La gran urbe de Florencio Varela lo vió nacer hace 41 años . Y ya desde ese momento se presagiaba su destino manifiesto. Como aquellos grandes guerreros de la antigüedad, que desde la cuna eran ungidos con el oleo de Samuel, vino a este mundo en el asiento trasero de un patrullero de la Bonaerense.
Los parteros, el agente Daniel Ortíz y el cabo primero Osvaldo Amarfil notaron enseguida una particularidad; el infante había nacido con pelo, dientes y una marcada sombra de barba.
Su madre, María Esther "Coca" Peralta, aún convaleciente, lo tomó en sus brazos, lo miró con ternura y ¡PAFFFF! le chantó un cachetazo en la cara.
- P`a que aprenda desde chiquito! que a la madre no se le hace sufrir gratis!- bufó.
Su padre recién se enteró de lo sucedido a los tres días, ya que estaba pagando unas cuentas por unas diferencias de opinión con los compañeros Judiciales.
Florencio "Cacho"Giulano, se ganaba la vida como colaborador de la UOM y en esos días tenían unos pequeños inconvenientes con los muchachos del Sindicato de Judiciales que no querían entender como era la cosa.
- ¡Ni en pedo!!!!! Querés que te faje? Cómo le voy a poner el nombre de unos canas???
- Y vós?? que le querés poner Augusto Timoteo???!!! Sino fuera por esos canas hubiese parido en la calle!!! Mirá! Si no me dejás que le ponga el nombre que quiera a mi no me tocás más un pelo!!! me entendés??? -respondió firme la Coca-
Y firmaron... En el Registro Civil de La Matanza, a los 11 días del mes de septiembre de 1967 Daniel Osvaldo Giulano Peralta quedó ascentado.
Nacía una leyenda......
(continuará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario